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sábado, 26 de marzo de 2022

Lectura poética Casal de Barri Prosperitat



Foto de mi querida amiga Laura Seguí durante el recital de ayer donde leímos poesía de varias autoras: Chantal Maillard, Gloria Fuertes, Olga Orozco,  Marguerite Yourcenar, Princesa Inca, Carolina Chávez, Mabel Escribano y Jade Sal, en el Casal de Barri de La Prosperitat. 

 Cartel del recital


 Un placer compartir lectura con las compañeras Montse Huguet, Mabel Escribano, Julia Lara y Quini Martínez 




 

martes, 4 de febrero de 2020

Lletres d´Hivern

El jueves pasado iniciamos en el Casal del Barri  de la Prosperitat, el ciclo:
                               "LLetres d´Hivern", que consta de tres actos literarios.

Rompieron el hielo, con mucho éxito, los poetas Jaume Muñoz y Jade Sal con el recital  Monstra Narrare

Los dos poetas en un momento del recital



El día 7 de febrero nos visitarán el grupo de poetas Los Bio-lentos



y cierra el ciclo el poeta, músico y compositor ruso Maksim con la presentación de su libro: Acuarelas



viernes, 31 de enero de 2020

Presentación del libro ¿De qué va el amor?


Hace unos días, mi amiga de alma Marita Osés publicó ¿De qué va el amor? Un libro, a mi parecer, que deberíamos leer todos los que vivimos en pareja o piensan hacerlo. Un libro que desmonta muchos de los mitos y mentiras que nos contaron y que, ilusos, nos las creímos. 

Desarrollado en tres apartados, EL MITO DE MEDIA NARANJA, LA REALIDAD DEL YO COMPLETO, NACIDO PARA AMAR  y EL AMOR, SI NO ES EXCESIVO, NO ES SUFICIENTE.

Marita nos hace reflexionar y cuestionarnos el sentido de la pareja, ni nadie es la media naranja de nadie, ni el otro/a es responsable de nuestra felicidad. 

"El mito de la media naranja , pues, acaba convenciéndote de que no eres un ser completo, sino parte de otra entidad que cuando se una a ti te hará sentir la plenitud que no eres capaz de sentir por ti mismo". Una creencia errónea pensar que necesitamos del otro "...para huir del vacío y que nos priva de la oportunidad de descubrir nuestra riqueza interna y de experimentar que somos seres completos, que tenemos dentro de nosotros todo lo que nos hace falta para se felices".

Apartados como, la pareja, ¿punto de partida o de llegada?; El conflicto como oportunidad; No me respeta. Me quiere cambiar; No me siento correspondido/a; Del enamoramiento a la plenitud y tantos otros, hasta llegar a la conclusión de que somos seres completos que no necesitamos que nadie nos complete, y sí, que no complemente. 

Y en el centro del libro, en el comienzo y el final, el AMOR es el protagonista. 

Lo dicho, un libro que nos hará pensar que en las relaciones de pareja intervienen tres: él, ella y la pareja. ¡fELICIDADES querida amiga por un libro tan VALIENTE!

jueves, 26 de septiembre de 2019

Exposición y lectura poética de la obra de Brossa

El pasado viernes en el Casal de La Prosperitat, la magia y la poesía danzaron juntas en homenaje a un artista/creador irrepetible. Prestarle mi voz a sus poemas fue una experiencia muy grata. 

Algunas piezas de las creaciones de Brossa que pudimos contemplar en la exposición.




Dos momentos del recital 


sábado, 14 de septiembre de 2019

Lectura poética y exposición de la obra de Brossa



Muchas ganas de participar en el homenaje al poeta Brossa leyendo algunos de sus poemas el día 20 de este mes de septiembre.
Dicen que la obra plástica de Joan Brossa: "...es de una construcción vanguardista tan radical y extrema que no tiene parangón en ningún otro artista occidental del siglo XX".

Poeta heterodoxo y radical, dramaturgo, artísta plástico... Siempre estuvo en contra de la ortodoxia literaria oficial, hizo de su poesía una arma contra el franquismo y todo tipo de dictaduras. 

Una poesía comprometida y reivindicativa la suya, en contra de aquella más convencional a la que atacaba de manera contundente: "...alejada de la vida, que no produce nada (estéril) y que solo se basa en los juegos formales, sin ningún contenido interesante".

Sus poemas visuales, experimentos con palabras, imágenes y objetos nos muestra una obra 
plena de significados surrealistas, reivindicativos y de denuncia. 









lunes, 10 de septiembre de 2018

Carta de Dalí y Buñuel a Juan Ramón Jiménez


Acabo de encontrarme con la carta que Dalí y Buñuel  dirigieron en su momento al poeta Juan Ramón Jiménez, por el mero hecho de tirar por tierra su valía literaria.
Aunque luego Salvador Dalí explicara el motivo de la carta, y sabiendo que cada generación llegaba innovando y rompiendo con la anterior, entiendo que no todo vale. Una misiva muy desfortunada y gratuita.


Carta de Buñuel y Dalí a Juan Ramón Jiménez

Sr. Dn. Juan Ramón Jiménez
Madrid
Nuestro distinguido amigo:
Nos creemos en el deber de decirle -sí, desinteresadamente- que su obra nos repugna profundamente por inmoral, por histérica, por cadavérica, por arbitraria.
Especialmente:
¡¡MERDE!!
para su Platero y yo, para su fácil y malintencionado Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos hemos tropezado. Y para V., para su funesta actuación, también:
¡¡¡¡MIERDA!!!!
Sinceramente
LUIS BUÑUEL SALVADOR DALÍ

Explicación posterior de Dalí

En aquel momento queríamos mandar, para crear una especie de subversión moral, una carta a la persona más prestigiosa de España, únicamente para provocar una reacción y que la gente dijera: “¿Por qué lo han hecho?”, y tal y cual. Entonces habíamos escogido dos o tres, y habíamos pensado en Falla, que tenía un gran prestigio, para decirle que era un hijo de puta, etc.: lo más que se puede decir; los pusimos en un sombrero (los nombres), y salió Juan Ramón Jiménez. Justamente acabábamos de visitar a Juan Ramón el día anterior, que nos había recibido sentimentalmente: “A ver, esa juventud maravillosa…”, y dijo haber encontrado unos chicos magníficos en nuestro grupo. Entonces, sale en el sombrero y escribimos la carta, que era una carta terrible contra Platero, que el asno de Platero era un asno podrido, aquello de las estrellas era un sentimentalismo…; además, es verdad, a mí nunca me ha gustado Juan Ramón Jiménez, encuentro que es un poeta pésimo. En el momento de echar la carta, Buñuel tuvo una duda, pero la echó, la echamos, y al día siguiente Juan Ramón estuvo enfermo, diciendo: “No comprendo, un día antes recibo a estos chicos; me parecen… Y al día siguiente me insultan de la manera más grosera…” Y no lo comprendió nunca. Fue una cosa incomprensible.
[Agustín Sánchez Vidal, Buñuel, Lorca, Dalí: el enigma sin fin, Barcelona: Planeta, 1988, pp. 191-192.]

miércoles, 6 de septiembre de 2017

David Trueba, Tierra de campos


Dice Antonio Muñoz Molina: Se vuelve a final de agosto de una novela como de un viaje; o más bien como de un retiro en una casa de campo apartada, en un hotel tranquilo cerca del mar.
Yo he vuelto así  este agosto de Tierras de campo de Davis Trueba. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una obra literaria. Buscaba cualquier momento, antes de la comida, en la hora de la siesta, mientras me tomaba el té de las cinco… cualquier rato era bueno para devorar unas cuantas páginas, dentro  de la vieja casa, que no de campo pero sí del pueblo donde nací.
Dani, el protagonista —durante el viaje  en un coche fúnebre acompañado de Jairo, el chófer, al lugar de origen de su progenitor para darle una segunda sepultura “Por concederme a mí mismo una segunda muerte de mi padre”— nos va contando la relación conflictiva con un padre que no puede entender que su hijo se gane la vida haciendo música. Un padre “que nunca tuvo una confesión directa de dolor, de tristeza. Jamás un arrebato sentimental, un abrirse y compartir la herida.”
La presencia de la madre ausente, que huyó de la realidad: “Puede que el resultado de tanta realidad fuera su fuga, una fuga lejos del dolor y la desgracia...”

Dani integra el grupo musical Las Moscas junto a sus dos grandes amigos Gus y Animal. Con los que comparte correrías, juergas, viajes, sexo y lo que él considera lo más importante; el valor de la amistad por encima del amor: “Hay que estar contra la pareja, contra la paternidad, contra la patria, todo eso son enemigos de la libertad, la única institución que el hombre debe respetar es la amistad, porque la  amistad nace de la generosidad. La familia, en cambio, se asienta en la posesión, en la protección, en la indiferencia.”

A lo largo del libro también encontramos varios personajes de esos que pasan por la vida de Dani Mosca dejando huella. Para bien o para mal.  

En definitiva, un viaje de letras del que he vuelto cargada de citas y frases subrayadas, porque yo, al contrario de lo que dice el protagonista “No suelo tomar notas, porque sólo creo en las ideas que sobreviven al olvido”, sí tengo la necesidad de volver una y otra vez a la memoria escrita.




sábado, 10 de diciembre de 2016

Mercat de Nadal del Llibre

Un año más, no podía perderme este evento literario donde participan un centenar largo de escritores, poetas, músicos, cuenta cuentos y autores diversos. Hoy me apetece comentar las obras de estos tres autores con los que he disfrutado un buen rato. 



Gemma Ruiz, periodista de los Informativos de la televisión de Catalunya y cronista cultural, entrevistada por Bel Olid, nos habla de su libro "Argelagues" nos cuenta la vida de tres mujeres a lo largo del siglo XX. Un homenaje reivindicativo que tenía pendiente con las mujeres de su familia.


La gran Rosa Regàs. Escritora, traductora y editora. Un placer escucharla contar anécdotas de sus amigos como: el gran poeta Gabriel Ferrater, Carlos Barral, el genial Dalí, Mario Vargas LLosa... Hoy nos presentaba su último libro "Amics per sempre".


Ramón Generva, ha escrito un libro dedicado a su padre muerto, que ya estoy deseando leer. "L´mort ens farà immortals". A parte de haberle servido para superar el duelo, como él dice, aparecen grande nombres de la música: Verdi, Shumann, M. Callas... Ramón estudió piano y canto y presentó con gran éxito un programa en TV3 "Ópera en texans".



jueves, 14 de julio de 2016

El éxtasis es rebelde (Osho)

Hoy comparto unos fragmentos del maestro Osho, al que acudo con frecuencia para entender un poco este descolocado mundo.



Todo niño nace extático. El éxtasis es algo natural. Todo niño lo trae al mundo, pero después la sociedad se lanza sobre el niño, empieza a destruir la posibilidad del éxtasis, empieza a hacer que el niño se sienta desgraciado, a condicionarlo.

La sociedad está neurótica y no puede consentir que vivan en ella las personas extáticas. La ponen en peligro.

No se puede controlar a una persona extática [...] Solo se puede controlar a una persona desdichada. Una persona extática es necesariamente libre. El éxtasis es la libertad. Cuando eres extático no se te puede reducir a la esclavitud...

Con muchas personas extáticas, la sociedad tiene la sensación de venirse abajo, de que su estructura no puede mantenerse. Las personas extáticas serán rebeldes.
Ojo: no digo "revolucionaria", sino "rebelde".

El revolucionario es el que quiere cambiar esta sociedad, pero también sustituirla por otra.

El rebelde es quien desea vivir como individuo y querría que no hubiera estructuras sociales rígidas en el mundo.
El rebelde no quiere sustituir esta sociedad por otra, porque todas las sociedades han resultado iguales.

La capitalista, la comunista, la fascista y la socialista: son todas primas hermanas, sin grandes diferencias.

En cuanto una estructura se hace poderosa, no quiere que nadie sea extático, porque el éxtasis va en contra de la estructura.

El revolucionario quiere otra estructura. acorde a sus deseos, acorde a su propia utopía, pero una estructura al fin y al cabo. Quiere alcanzar el poder. Quiere ser el opresor y no el oprimido; quiere ser el explotador y no el explotado; quiere controlar y no ser controlado.

El rebelde es quien no quiere controlar ni ser controlado. El rebelde es quien no quiere que existan normas en el mundo. El rebelde es anárquico. El rebelde es quien cree en la naturaleza, no en las estructuras creadas por el hombre. Naturalmente, a un rebelde no le interesa lo más mínimo ejercer el poder sobre otras personas. Eso son signos de neurosis, cuando quieres ejercer el poder sobre otras personas. 

Un universo tan inmenso funciona sin gobierno. Los animales, los árboles, todo funciona sin gobierno. ¿Por qué necesita un gobierno el ser humano? Algo tiene que haber salido mal. ¿Por qué es el hombre tan neurótico que no puede vivir sin gobernantes?

El ser humano puede vivir sin gobiernos, pero nunca se le ha presentado la oportunidad: los gobiernos no te darán esa oportunidad.

Cuando comprendes que puedes vivir sin dirigentes, ¿quién querría mantenerlos?

Al niño no se le permite probar la libertad. Siempre que el niño se siente feliz, haga lo que haga, siempre hay alguien que le dirá: "¡No hagas eso!" Cuando está jugando lo obligan a sentarse a la mesa para cenar. No tiene hambre. Cuando tiene hambre, la madre dice: "No son horas". Así destruimos toda posibilidad de ser extático, toda posibilidad de ser feliz, de alegría, de placer.

Una vez que el niño conoce el sabor de la libertad, jamás formará parte de ninguna sociedad, ninguna iglesia, ningún club, ningún partido político. 

Alegría, La felicidad que surge del interior, Osho

sábado, 2 de abril de 2016

Artículo de Javier Pérez Andújar

Javier Pérez Andújar, en un escritor al que sigo desde hace tiempo por su capacidad descriptiva y dominio para crear ambientes en los que me acomodo muy bien. 





La sintaxis en 4 palabras y un sintagma nominal

Oración

Un mundo sin palabras es como una noche sin taxis. Aprendemos las oraciones desde niños,
cada palabra que se pronuncia es sagrada, por eso no hay que decirlas en vano y menos en 
política, que es lo que nos une (véase ‘coordinadas copulativas’). Oración es el nombre 
litúrgico de la frase. La misma diferencia hay entre decir oración y decir frase que entre 
decir pueblo o gente; porque el pueblo es la liturgia de la gente. Las palabras forman 
procesiones para ir en oración, asunto que resulta un poco paradigmático. Construimos 
paradigmas, es decir, patrones, y así hemos ido a parar a una patronal del lenguaje. 
Pero hay que volver a la democracia directa de la palabra, porque cada palabra es una
voz, un voto.


Coordinadas copulativas
La vida empieza con una copulativa y sigue con una disyuntiva detrás de otra. Esto es
 por falta de coordinación y de igualdad, ya que las coordinadas solo son posibles 
cuando hay una misma jerarquía sintáctica. La libertad nace con la libertad de 
expresión (cada vez más escasa), la fraternidad es amar Charlie Hebdo sin tener práctica
 en el francés, y la igualdad es, como todo en la vida, una cuestión de sintaxis, es 
decir, de bares nocturnos, de calles mojadas, de volver a pie.



Subordinadas
Porque pertenezco a las clases subordinadas, en mi barrio siempre hemos hablado como 
Proust, tirando a tope de subordinadas. En el barrio, los hijos de los obreros éramos la 
aristocracia de la fuerza de trabajo, y por eso, porque vivíamos como reyes, la primera 
vez que vi un retrato de Karl Marx creí que era el rey Melchor. Nosotros lo teníamos 
todo: los bloques, los charcos, el barro, el cielo azul del extrarradio, el sol de la infancia 
que va a leer a Machado en unas obras completas censuradas por Fraga Iribarne. 
Las frases subordinadas levantando el puño en defensa de una gramática internacional 
para todos los lenguajes del mundo.



Tiempos
Cada anciano tiene una teoría general de los tiempos. Y como siempre van de boquilla, 
se trata de tiempos verbales. Los viejos cuentan, los niños oyen. Esa es la verdadera ley 
de la narrativa, la literatura oral del pueblo, la correa de transmisión en el viejo juego 
de la correa. La oralidad no es irse a hacer gárgaras, eso es lo que pretenden. La oralidad 
es hablar. La ley del silencio llega ahora hasta los titiriteros. Lo que dicen los viejos se ha 
convertido en un sucio espectáculo de televisión donde se ríen de ellos porque parece que
no sepan lo que dicen. Cada viejo y cada vieja es una memoria histórica con un pie en la fosa.



Pasiva
He ido al otorrino porque, con tanto desencanto otra vez, se me ha puesto la voz pasiva. 
Me ha dicho que lo mío ya va a ser crónico. Entonces me he agarrado a su mesa: “Pero, 
doctor, ¿pasiva refleja o pasiva impersonal?”. Soy un sujeto paciente. No entiendo mucho
nada, pero aguanto creyendo que resisto.

Javier Pérez Andújar

viernes, 25 de marzo de 2016

Poesía Joven

Interesante artículo de Villena  con el que comparto muchos puntos de vista. ¡Es tan difícil encontrar una voz propia! Pero el problema no se reduce a los jóvenes poetas jóvenes, no. Hace muchos años que no tenemos en España un autor/a de referencia.  


solomon8ALGUNOS APUNTES SOBRE LA POESÍA JOVEN DE AHORA MISMO

Quienes desde hace no pocos años ya hemos seguido, con relativa y bienintencionada curiosidad la poesía joven última (es importante recordar que hay también una poesía última de poetas mayores o consagrados) nos encontramos ante una perplejidad que he comentado con varias personas conocidas –ayer con el editor y poeta Abelardo Linares- y es la clara falta de camino o la excesiva pluralidad de referentes, muy distantes unos de otros, con los que se mueven los jóvenes de ahora. 
Todos sabemos que las “generaciones” siempre terminan por ser plurales y diversas, pero suelen tener en sus inicios un centro o foco que es un referente que se afirma, se niega o se matiza. En la generación del 70 –la mía- fue el esteticismo y la recuperación de la modernidad histórica para nuestra poesía, si se quiere (y en el salto había injusticias) la unión con lo que fue el 27, un religamiento con aquello. En la generación del 80 el eje estuvo en el uso del realismo meditativo (a mi saber la mal llamada “poesía de la experiencia”) y en asumir la maestría de las voces mejores y ya plurales del 50… ¿Cuál es ese eje ahora, en los poetas que provisionalmente he llamado “generación de 2000”? Ciertamente yo no lo veo, y eso que hice una antología que quería ser panorámica para acaso buscarlo, “La inteligencia y el hacha”, Visor, 2010.
Si la ruptura o mejor alejamiento de los postulados básicos del 80 es un signo muy claro, pero el más esperable o menos definidor, no hay otro eje de referencia. En parte siguen valiendo (para los más “metafísicos”) los nombres de Valente o Gamoneda, pero ya valían para otro grupo o vector de la generación anterior. Se dijo que muchos “volvían a los novísimos” a recoger esa herencia, pero salvo nombres individuales en un lado y en otro (buscadores y buscados), eso dista mucho de ser una tendencia general. Es muy visible en el cordobés José Luis Rey y de modo más general, en el también cordobés Joaquín Pérez Azaústre, pero no hablamos de ninguna tendencia amplia. Los nometafísicos, los que buscan más la tradición clásica o la poesía del realismo meditativo, con repuntes esteticistas, más allá de algún novísimo, también tienen referentes anteriores que asimismo compartían con la generación previa, sea García Baena o Francisco Brines. No parece haber un motivo axial y eso (acaso un “espíritu del tiempo”) unido a una maduración mucho más lenta en poetas y escritores en general, que sienten la evidente crisis de valores del mundo globalizado, pero que también son víctimas de pésimos planes de estudio y una disparata caída de la cultura y la educación en España hace ya más de quince años, todo ello incide en la falta o dispersión de referentes y en esa maduración tardía ya mencionada y que, si puedo decirlo así, y con pena, es otro signo identitario de una nueva generación que busca pero que parece costarle mucho encontrar. 
Un tiempo se habló de un poeta norteamericano, anciano ya (nacido en 1927) John Ashbery      –bastante traducido al español- como de un poeta referencial. Y si es seguro que ha habido muchas discusiones sobre el rol de la última poesía de Ashbery (a mi saber bastante repetitiva en sus últimos libros), pero no se nota la influencia directa del poeta, sino es en un signo mucho más general de los más jóvenes: el paso de una poesía impresionista demasiado leve (Juan Antonio Bernier) a otra que busca peso incluso “filosófico” y una  supuesta hondura que, a veces, puede ser un mero hermetismo de ardua dilucidación, caso de la cuidada pero fría poesía de Carlos Pardo. Esa búsqueda “filosófica” –no sé si a veces ingenua, como si reclamar a Wittgenstein fuera poseerlo, y que dio una parte del título de mi antología “La inteligencia y…”- está también en poetas de corta obra como Abraham Grajera o Fruela Fernández, que nunca han pasado de la minoría de la minoría, y que por tanto sólo serían significativos de un sector muy pequeño de esta nueva generación…
A mí los poetas nuevos –en su mayoría- solo empiezan a gustarme de verdad cuando empiezan a dar libros sólidos siempre cerca de la cuarentena: Luis Muñoz, Álvaro García, Lorenzo Oliván o  Antonio Lucas. Me gusta mucho la poesía de Juan Antonio González Iglesias y de Aurora Luque, pero a ratos pienso que con ellos tengo bastante hermandad poética yo mismo, aunque crea independientemente en su calidad muy lograda. Pero si notables, ninguno de los aludidos últimos son un centro o eje generacional. En realidad no existe tal eje y eso lleva a muchos jóvenes a dar ( o aparentarlo) palos de ciego.
Suelo recibir muchos libros de jóvenes y procuro leer la mayoría. En los poetas menores de 35 años (lo confieso) nunca hallo interés o sorpresa. A menudo se trata de libros bien hechos y sobre todo bien escritos, pero en todos falta esa “voz” personal, sin la cual nunca hay gran poeta. Para no quedarme en nombres conocidos de los lectores iré a poetas para mí desconocidos hasta su lectura: Jorge Villalobos y  Daniel Vázquez Barros. El primero tiene veinte años y se ha inaugurado con un librito malagueño titulado “Mi voz que te reclama” (2014). Un libro lleno de vigor juvenil y de mucha ingenuidad torpe con vagos recuerdos de lecturas de Aleixandre o de Miguel Hernández. Jorge es el clásico poeta joven lleno de buenas intenciones y si se quiere de fuerza lírica en bruto pero que aún tiene todo por hacer. Recién ha comenzado a salir del cascarón.  Vázquez Barros tiene treinta y siete años y ha publicado más libros que el leído por mi pero que desconozco. Su libro “Música para un dragón” (2014) es exactamente lo contrario al del joven Villalobos; aquí nos encontramos con poemas en general muy logrados en diferentes tonos y facturas, desde el soneto impecable pero impersonal (labor de homenaje)  hasta el poema en prosa o la secuencia erótica muy directa.  El poeta muestra su indudable virtuosismo formal pero asimismo (entre tantas opciones) su falta de voz personal, lo que siempre parece difícil de decir cuando estamos ante un libro bien escrito pero que no funciona como buena poesía, fuera del tono “homenaje”.  Hablo de dos casos muy distintos y los dos inmaduros en maneras diferentes de la inmadurez. Y este hecho, el de leer libros de poemas que te gustan pero que se borran enseguida por falta de voz o de fuerza o de ambas, es un hecho muy repetido (en mi caso al menos) cuando leo libros jóvenes.
Se me dirá que no hablo de mujeres, de poetas ellas, y creo que son menos aunque su número crezca. Después de Ana Rossetti o Clara Janés (que son de mi quinta) sólo me ha gustado de verdad Aurora Luque e Isabel Pérez Montalbán, ambas muy distintas. Entre mis preferidas Ana Merino, Balbina Prior, Elena Medel, Raquel Lanseros o Ana Gorría. Creo que Medel y Lanseros están dejando atrás el pelotón, si sirve esta comparación mala.  Ninguna (salvo Aurora) me parece aún lograda a un nivel alto, pero pueden llegar a él, por supuesto.
En un momento se ha hablado también de una “poesía radical”, una poesía de protesta que no olvidara la necesaria calidad poética y lingüística, ahora (lejos de la antigua “poesía social”) viene de Ángel Petisme o de Jorge Riechmann, ambos de la generación anterior y antologados por mí, hace mucho. Ciertamente hoy existe también esta otra línea que ha dado poetas como David González  o Rodrigo Muñoz Cruz y que se ha recogido (con bastantes más poetas, hombres y mujeres, más hombres) en antologías no excesivamente bien divulgadas, como “Qué nos han hecho” (2008) de Lluís Pons Mora o  “Esto no rima. Antología de poesía indignada” (2012) de Abel Aparicio. Claro que aunque hablo de una línea parcialmente generacional, estas antologías no son estrictamente generacionales ninguna.
¿Me he perdido en estas notas al hilo de mi experiencia lectora? ¿O están algo perdidos los más jóvenes de esta generación plural –muy plural- inmadura hasta casi los 40 años y que no tiene un tronco axial (ni en lo hispánico ni en otras lenguas) que defender o atacar? No lo sé. Y es una respuesta no inusual cuando te preguntan por la poesía última joven: “No lo sé”. Creo que hay poetas bien maduros como José María Álvarez que en sus últimos libros es bastante más novedoso y poderoso que muchos jóvenes.  En Francia las llamadas “poéticas postmallarmeanas” han terminado por casi desecar el tronco fértil de la poesía francesa. En Italia aún se lucha, en no escasa medida, por salir de la cárcel de oro del gran hermetismo y de sus muchos y epigonales derivados. No es nuestro caso o no del todo. La poesía hispánica y anglosajona es más rica ahora que la francesa  o la italiana, pero como bien dijo Octavio Paz la poesía sucede ahora –y lo dijo hace veinte años- en las catacumbas, y siendo ello verdad ha de notarse en la poesía más joven, especialmente, recordándonos que algo debiéramos hacer contra esa situación, aunque nos supere, con una culpa que viene a sumarse al decaimiento general y muy grave de las humanidades y a los muy bajos niveles de cultura.  Todo es algo que está ahí, en el mundo peor que vivimos y es del todo inevitable que no afecte a los poetas más jóvenes, de modo singular.
En medio de una poesía joven que tarda mucho en madurar y que tiene tantos referentes que (no ordenados) parece, a ratos, que no tuviera ninguno; en esta oleada de libros –masculinos o femeninos- bien hechos pero sin voz propia, en esa apariencia de libros dignos (muy dignos a veces) que dan palos al aire como buscando un camino que no hallan, hay por supuesto una certidumbre aplicable a algunos nombres –pocos- citados más arriba, poetas o poetisas, las buenas voces terminan por salir y sólo ellas de veras importan. ¿Y el panorama joven actual? Confuso. Incluso, muy confuso. Pero esperanzador, es evidente, aunque llegue con retraso. No vivimos buenos tiempos, tampoco para la lírica y perdónese la obviedad tan obvia.
Luis Antonio de Villena (artículo publicado en la revista Entre Ríos de Granada)

jueves, 22 de octubre de 2015

El poeta mediante el verbo no expresa la realidad sino participa de ella



SE LLAMA POESÍA TODO AQUELLO QUE CIERRA LA PUERTA A LOS IMBÉCILES


«Como la poesía significa libertad, significa afirmación del hombre auténtico, del hombre que intenta realizarse, indudablemente tiene cierto prestigio ante los imbéciles. Es ese mundo falsificado y artificial que ellos construyen, los imbéciles necesitan artículos de lujo…»
Imagen
Argentina, (1903-1973)
Por: Aldo Pellegrini [1]
La poesía tiene una puerta herméticamente cerrada para los imbéciles, abierta de par en par para los inocentes. No es una puerta cerrada con llave o con cerrojo, pero su estructura es tal que, por más esfuerzos que hagan los imbéciles, no pueden abrirla, mientras cede a la sola presencia de los inocentes. Nada hay más opuesto a la imbecilidad que la inocencia. La característica del imbécil es su aspiración sistemática de cierto orden de poder. El inocente, en cambio, se niega a ejercer el poder porque los tiene todos.
Por supuesto, es el pueblo el poseedor potencial de la suprema actitud poética: la inocencia. Y en el pueblo, aquellos que sienten la coerción del poder como un dolor. El inocente, conscientemente o no, se mueve en un mundo de valores (el amor, en primer término), el imbécil se mueve en un mundo en el cual el único valor está dado por el ejercicio del poder.
Los imbéciles buscan el poder en cualquier forma de autoridad: el dinero en primer término, y toda la estructura del estado, desde el poder de los gobernantes hasta el microscópico, pero corrosivo y siniestro poder de los burócratas, desde el poder de la iglesia hasta el poder del periodismo, desde el poder de los banqueros hasta el poder que dan las leyes. Toda esa suma de poder está organizada contra la poesía.
Como la poesía significa libertad, significa afirmación del hombre auténtico, del hombre que intenta realizarse, indudablemente tiene cierto prestigio ante los imbéciles. Es ese mundo falsificado y artificial que ellos construyen, los imbéciles necesitan artículos de lujo: cortinados, bibelots, joyería, y algo así como la poesía. En esa poesía que ellos usan, la palabra y la imagen se convierten en elementos decorativos, y de ese modo se destruye su poder de incandescencia. Así se crea la llamada “poesía oficial”, poesía de lentejuelas, poesía que suena a hueco.
La poesía no es más que esa violenta necesidad de afirmar su ser que impulsa al hombre. Se opone a la voluntad de no ser que guía a las multitudes domesticadas, y se opone a la voluntad de ser en los otros que se manifiesta en quienes ejercen el poder.
Los imbéciles viven en un mundo artificial y falso: basados en el poder que se puede ejercer sobre otros, niegan la rotunda realidad de lo humano, a la que sustituyen por esquemas huecos. El mundo del poder es un mundo vacío de sentido, fuera de la realidad. El poeta busca en la palabra no un modo de expresarse sino un modo de participar en la realidad misma. Recurre a la palabra, pero busca en ella su valor originario, la magia del momento de la creación del verbo, momento en que no era un signo, sino parte de la realidad misma. El poeta mediante el verbo no expresa la realidad sino participa de ella.
La puerta de la poesía no tiene llave ni cerrojo: se defiende por su calidad de incandescencia. Sólo los inocentes, que tiene el hábito del fuego purificador, que tienen dedos ardientes, pueden abrir esa puerta y por ella penetran en la realidad.
La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.

martes, 15 de septiembre de 2015

Entrevista a Claudio Naranjo


Claudio Naranjo: "El mal de la civilización 
es la mente patriarcal"







Claudio Naranjo. Chileno, estudió medicina, psiquiatría y música y acabó convirtiéndose en un referente mundial en la investigación de la mente humana. Integrador de la sabiduría tradicional y científica, oriental y occidental, y el conocimiento histórico, antropológico, sociológico, psicológico y espiritual del ser humano. Creador del programa SAT, en principio dirigido a profesionales de la psicoterapia y derivado en un programa de transformación individual y social para uso personal y en el ámbito educativo. Autor de más de 20 libros, traducidos a varios idiomas.


"La única salida a esta crisis es la transformación interior"
La crisis actual ha tambaleado muchos cimientos del sistema y ha acabado revelando algunas de sus muchas fisuras. El comunismo se hundió por sus fallos de funcionamiento pero el capitalismo no parece salir mejor parado. Llevamos siglos cambiando gobiernos, haciendo revoluciones políticas y sociales pero nunca llegamos a buen puerto quizás porque nos olvidamos de las transformaciones más básicas y elementales que tienen lugar en la revolución personal.
Tenemos el mundo que tenemos por el tipo de conciencia que se desarrolla a través de la educación, según Claudio Naranjo. Y si queremos salir de verdad de esta crisis económica, social y humana hemos de superar el ego individualista e iniciar una auténtica transformación interior.
- ¿La civilización está enferma? ¿De qué?
El mal de la civilización es la mente patriarcal. Y no me refiero sólo a la sociedad patriarcal que hace que los machos predominen sobre las mujeres y tengan un acceso más fácil al poder y a la economía. Me refiero a una forma de mentalidad que actualmente ya todos compartimos, hombres, mujeres y niños, contaminados por el mismo virus.
- ¿A qué nos referimos exactamente con esa "mentalidad patriarcal"?
A una pasión por la autoridad. Por el ego, el ego patrístico, un complejo de violencia, desmesura, voracidad, conciencia insular y egoísta, insensibilidad y pérdida de contacto con una identidad más profunda.
Hay quien cree que todo esto forma parte de la naturaleza humana y que siempre ha sido así.
Pues no. Hay indicios de la existencia de un pasado matrístico, y aún hoy existen algunas sociedades indígenas de estas características que no funcionan en absoluto con estas directrices y valores que conocemos en la civilización. Esta mente, lejos de ser inherentemente humana, en realidad empezó a gestarse hace sólo unos 6.000 años, cuando, ante una crisis de supervivencia, ciertas poblaciones agrícolas arcaicas indouropeas y semitas tuvieron que volver a hacerse nómadas y acabaron convirtiéndose en comunidades de guerreros depredadores.
- ¿Y cómo se manifiesta esta mente patriarcal?
En unas relaciones de dominio-sumisión y de paternalismo-dependencia, que interfieren en la capacidad de establecer vínculos adultos solidarios y fraternales. El cerebro patriarcal-racional llama a la competencia, mientras que el femenino llama a la cooperación. Esta dependencia y obediencia compulsiva (a los gobiernos y al poder en general) no sólo son enajenadoras para el individuo sino que constituyen distorsiones, falsificaciones y caricaturas del amor.
- Pero las cosas pueden ser de otra manera. Usted dice que, en realidad, somos seres "tricerebrados".
Efectivamente. En un lenguaje anatómico, poseemos un cerebro instintivo, que compartimos con todos los reptiles; emocional, como el resto de los mamíferos, y el racional, que es el último que se ha desarrollado y, sin embargo, ha acabado imponiéndose a los otros dos. Es como si en nuestro interior lleváramos a tres personas: una de tipo intelectual-normativo, que sería el padre; una persona emocional, que representa el principio del amor, que es la madre, y una instintiva, que sería el niño. Pues bien, en la sociedad actual, lo que denominamos la civilización, predomina el cerebro racional y tiene lugar el imperialismo de la razón sobre lo emocional y lo instintivo.
- Pero esta razón que impera, ¿es realmente racional o más bien irracional?
Ahí has dado en el clavo, porque en realidad no es racional ni inteligente, desde el punto de vista de los resultados en el bienestar social y personal. Ha corrompido conceptos como la inteligencia, la eficacia o la racionalidad misma. Es una mente rígida, aislada, autoritaria y normativa que busca resultados y ganancias a corto plazo, pero ganancias desde el punto de vista competitivo, materialista o consumista, no en cuanto al bienestar profundo, desarrollo personal o convivencia con el medio. Y, en consecuencia, toda la educación está sujeta a este paradigma racionalista.
- ¿Que se manifiesta en...?
En considerar la educación un mero traspaso de información, alejado de objetivos como el autoconocimiento, que debería ser prioritario. Y así vemos cosas en la escuela como que un niño o una niña llora y le llaman la atención.
- Y si se ríe le echan de clase.
Las emociones están prohibidas. Y lo instintivo aún más. Y sin embargo, para que la persona esté sana en una sociedad sana sería preciso el equilibrio entre los tres cerebros. Armonizar los binomios competencia/colaboración, agresión/ternura. Desarrollar una sana agresión en vez de la agresividad depredadora imperante. Y sobre todo desarrollar la capacidad amatoria, la ternura.
- ¿Estamos en el camino? Usted habla del ocaso del patriarcado.
Por una parte, vemos que el autoritarismo en las familias disminuye y también el de los gobiernos. Pero han cogido el poder las empresas y su control en la sombra es enorme. Pero quizás sí, podemos decir que la nave se está hundiendo pero la gente está más ocupada en mantener el estatus que en salvarse; en defender lo poco que les queda, aunque se haya visto lo poco que vale, que en la transformación, en dejarlo todo y empezar a construir de cero.
- Por eso insiste usted tanto en la importancia de la educación.
Claro, porque es más fácil prevenir que curar. Hemos de prevenir la destrucción de la mente. La educación actual cuenta con una agenda implícita que requiere que los niños sean igualitos a los papás, cuando los papás son el problema. Decimos que la educación es para transmitir nuestros valores y no nos damos cuenta de que estamos transmitiendo nuestras plagas.
- ¿Y esto es responsabilidad de la escuela, de la familia, de los medios?
De las autoridades en todos estos ámbitos, desde los profesores quemados hasta la misma opinión pública. Los padres aspiran a que sus hijos triunfen en este mundo de competencia económica, no importa que también sea un mundo de pobreza creciente mientras que no les toque a ellos. Prefieren la educación que sirve como una máquina de certificación. No les interesa educar sino servir al mundo del trabajo. Insisten en que desean el bien de los hijos pero en realidad no les interesa el bien de los hijos más que como eficacia en los negocios. Tenemos el mundo que tenemos por el tipo de conciencia que se desarrolla a través de la educación, que es una educación implícitamente explotadora.
- Es usted muy crítico con la educación y muy en especial con los educadores.
Porque no considero educación el mero traspaso de información, como una forma más de producción, de formación y explotación de nuevos trabajadores, que es en lo que consiste la escuela actual. Debemos volver a las raíces de la educación como autoconocimiento, en la búsqueda de ese "conócete a ti mismo" de Sócrates. Al autoconocimiento transformador que posibilite el cambio.
- Sin embargo, hay algunas iniciativas educativas diferentes, como por ejemplo las escuelas internacionales de Krishnamurti.
Sí, pero aún esas escuelas llegan hasta el debate, y eso está bien, porque por lo menos te da la oportunidad de aprender a pensar por ti mismo. Pero el debate en sí no transforma nada. Hay que integrar procesos de autoconocimiento transformador.
- La transformación individual para transformar y sanar la civilización.
No hay cambio posible sin pasar por el autoconocimiento individual. Siglos y siglos de cambios sociales y políticos han fracasado porque han pasado por alto el cambio de las personas. Sólo podemos sanar el tejido a través de las células, las personas. Y para eso tenemos que sembrar la semilla en la escuela. Pero ha de ser una nueva escuela que tenga en cuenta los tres aspectos de las personas: el conocimiento, la salud amorosa y la salud instintiva.
- Suena diferente.
Pero necesario, si queremos transformar las cosas de verdad. El otro día me invitaron a dar una conferencia en una universidad, y antes de empezar me pidieron que evitara los temas espirituales y los psicológicos y me limitara a la pedagogía. Chocante. La educación se resiste a integrar lo transcendental-espiritual y lo terapéutico y sigue considerándolo un campo ajeno porque, de lo contrario, complicaría las cosas. Y es cierto, las complicaría un poco, porque significaría permitir que las personas piensen por sí mismas. Así que no se asume el riesgo. Claro que no se calcula el precio.
- ¿Y cuál es el precio?
La infelicidad colectiva.
- ¿Y qué podemos hacer?
En primer lugar, reconocer que es un hecho que los niños llegan cada vez más emocionalmente dañados al colegio. En muchos casos los padres están ausentes de la educación de los hijos. Escasea el tiempo libre y casi no se disfruta del ocio, y mucho menos compartido en familia. Y sin embargo, el ocio está ligado al crecimiento y al espíritu, ya que te ofrece la oportunidad de estar contigo mismo.
- ¿Qué más?
Reconocemos también que están faltos de amor y de esa parte del saber, no científico, la sabiduría que nos permite tomar buenas decisiones en la vida. Decisiones que nos conduzcan de verdad a ser más felices.
- ¿La escuela tiene que ocuparse de todo esto?
Sí, la escuela tiene que incorporar ese aspecto humanizante. Revelar la insatisfacción latente y canalizarla. No sólo para sacar a flote este sistema económico en crisis sino por el coste personal y de sufrimiento.
- ¿A qué se refiere con revelar la insatisfacción?
Porque detrás de toda búsqueda hay una insatisfacción y si queremos iniciar una búsqueda personal hacia el autoconocimiento y la transformación debemos ser conscientes primero de que este estado de cosas no nos satisface. La insatisfacción está ahí, bien latente y bien visible, lo que pasa es que el consumismo nos da respuestas del tipo: cómprate un coche mejor, cambia de casa, de ciudad, de pareja, de trabajo. Pero no vale la respuesta del consumismo porque la insatisfacción, así, no sólo no se resuelve sino que acabamos haciéndonos adictos a ella, que en realidad es lo que necesita el sistema: que seamos unos obedientes consumistas insatisfechos crónicos. Necesitamos respuestas más profundas que nos lleven a hacer cambios significativos.
- Tengo la impresión que tanto en la escuela como en la familia no siempre está bien vista la búsqueda ni la insatisfacción.
Y así es. Porque nuestra cultura no reconoce la búsqueda como un valor sino como un síntoma. Sólo se admite si está en el camino de la ambición profesional, pero si es algo indefinido, que es como tiene que ser la búsqueda en estado puro, enseguida se etiqueta. Dicen "qué persona tan inquieta", y se la ve rara. Si además es muy apasionada, la búsqueda no comprendida ni apoyada se hace dolorosa y acaba en la consulta del psiquiatra. Cabe la posibilidad de que se acabe interpretando como un síntoma esquizofrénico, angustia, etc., cuando en realidad no es más que la insatisfacción natural ante la vida alienada, separada y desestructurada que llevamos.
- ¿De qué manera podemos actuar desde la familia?
Lo máximo que pueden hacer los padres por sus hijos es ocuparse de su propio desarrollo personal. Que el padre y la madre se desarrollen como personas y sean el ejemplo. Que no aspiren solo a que el hijo o la hija traigan buenas notas a casa. Que tomen conciencia de todo eso que está faltando en la educación y parece que nadie lo nota.