“incumplo las formas y las normas a las
que se ven sometidos la mayoría, porque el poder literario reduce las obras
creativas a los nombres, a los premios, a las medallas de oro, a los sillones
académicos, a una situación virtual, a un montaje, por lo que casi es
inevitable que los poetas vivan para hacerse un nombre, conseguir un premio o
llegar a las «altas esferas» de la literatura, mientras que una obra creativa
consigue su pleno desarrollo cuando llega a sus auténticos destinatarios que no
son los intermediarios del Poder”.
Se nos ha ido el poeta anarquista, el libertario, el filósofo, el
ácrata… Y muchos calificativos más. El hombre que denunció la marginación de su
obra en:
«Cartas abiertas al poder literario»
Un gran rapsoda de sus propias letras. Porque
Lizano no leía, declamaba, interpretaba con histrionismo. Era todo un
espectáculo escuchar poemas como:
Mamíferos:
Yo veo mamíferos.
Mamíferos con nombres extrañísimos.
Han olvidado que son mamíferos
y se creen obispos, fontaneros,
lecheros, diputados. ¿Diputados?
Yo veo mamíferos.
Mamíferos con nombres extrañísimos.
Han olvidado que son mamíferos
y se creen obispos, fontaneros,
lecheros, diputados. ¿Diputados?
Yo veo mamíferos.
Policías, médicos, conserjes,
profesores, sastres, cantoautores.
¿Cantoautores?
Yo veo mamíferos…
profesores, sastres, cantoautores.
¿Cantoautores?
Yo veo mamíferos…
Caballitos
Los pobres subirán para reírse del mundo
y los ricos
¡que suban los ricos a los caballitos
mientras todos los aplaudimos!
¡Y los señoritos!
¡Que suban los señoritos!
Y que acudan todos los solitarios, todos los vagabundos.
Y el congreso de los diputados
será el congreso de los caballitos.
Y los empresarios ¡qué risa, los empresarios!
Que suban los empresarios con los asalariados,
mientras existan salarios.
¡Los salarios del miedo!
Y, venga: comités centrales,
mafias, sectas, castas, clanes, etnias:
¡a los caballitos!
y los ricos
¡que suban los ricos a los caballitos
mientras todos los aplaudimos!
¡Y los señoritos!
¡Que suban los señoritos!
Y que acudan todos los solitarios, todos los vagabundos.
Y el congreso de los diputados
será el congreso de los caballitos.
Y los empresarios ¡qué risa, los empresarios!
Que suban los empresarios con los asalariados,
mientras existan salarios.
¡Los salarios del miedo!
Y, venga: comités centrales,
mafias, sectas, castas, clanes, etnias:
¡a los caballitos!
Las
Personas Curvas
A mí me
gustan las personas curvas,
las ideas curvas,
los caminos curvos,
porque el mundo es curvo
y la tierra es curva
y el movimiento es curvo;
y me gustan las curvas
y los pechos curvos
y los culos curvos,
los sentimientos curvos;
la ebriedad: es curva;
las palabras curvas:
el amor es curvo;
¡el vientre es curvo!;
lo diverso es curvo.
las ideas curvas,
los caminos curvos,
porque el mundo es curvo
y la tierra es curva
y el movimiento es curvo;
y me gustan las curvas
y los pechos curvos
y los culos curvos,
los sentimientos curvos;
la ebriedad: es curva;
las palabras curvas:
el amor es curvo;
¡el vientre es curvo!;
lo diverso es curvo.
No toda la
poesía de Lizano estaba llena de ironía o rebeldía, como me recordaba otro
gran poeta Feliu Formosa refiriéndose a sus magníficos sonetos.
Como persona era encantador, divertido y generoso. Guardo un grato
recuerdo de las lecturas compartidas con él. Fiel a su rebeldía, te rompía
todos los esquemas. Recuerdo una en concreto. Lo habíamos invitado a leer en un
ciclo que citaba a un poeta reconocido junto a otro emergente. Esta vez la
poeta joven era Jade Sal. Como era evidente, él tenía que cerrar el acto pero
se negó. “No, yo leo primero y luego ella, tengo que llegar pronto a casa para
ponerme la insulina”. Al final pude convencerlo de que ella abriera leyendo dos
poemas. Cuando Jade terminó de leer, le hizo repetir uno. “¡Qué fuerza tiene
esta chica! Me gusta, me gusta mucho, dijo.
Jesús Lizano y Jade Sal, dos poetas anarquistas |
Un hombre que se alegraba al ver en el público a la vendedora del
mercado donde iba a comprar, y se acercaba a darle un abrazo. Porque decía que
las vendedoras lo querían mucho.
El hombre que cuando el periodista le preguntó si le asustaba la
muerte, dijo: “En absoluto. Morir
de viejo es natural. He llegado a viejo, he tenido muchas experiencias y lo
comprendo mejor todo: está bien, no hay drama. He vivido”.
Se nos
acaba de ir un personaje irrepetible del mundo de las letras.
Mientras me firmaba su libro |
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