jueves, 28 de mayo de 2015

Lizanote de la Mancha

“incumplo las formas y las normas a las que se ven sometidos la mayoría, porque el poder literario reduce las obras creativas a los nombres, a los premios, a las medallas de oro, a los sillones académicos, a una situación virtual, a un montaje, por lo que casi es inevitable que los poetas vivan para hacerse un nombre, conseguir un premio o llegar a las «altas esferas» de la literatura, mientras que una obra creativa consigue su pleno desarrollo cuando llega a sus auténticos destinatarios que no son los intermediarios del Poder”.

Se nos ha ido el poeta anarquista, el libertario, el filósofo, el ácrata… Y muchos calificativos más. El hombre que denunció la marginación de su obra en: 
«Cartas abiertas al poder literario»

Un gran rapsoda de sus propias letras. Porque Lizano no leía, declamaba, interpretaba con histrionismo. Era todo un espectáculo escuchar poemas como:  

Mamíferos:
Yo veo mamíferos.
Mamíferos con nombres extrañísimos.
Han olvidado que son mamíferos
y se creen obispos, fontaneros,
lecheros, diputados. ¿Diputados?
Yo veo mamíferos.
Policías, médicos, conserjes,
profesores, sastres, cantoautores.
¿Cantoautores?
Yo veo mamíferos…

Caballitos
Los pobres subirán para reírse del mundo
y los ricos
¡que suban los ricos a los caballitos
mientras todos los aplaudimos!
¡Y los señoritos!
¡Que suban los señoritos!
Y que acudan todos los solitarios, todos los vagabundos.
Y el congreso de los diputados
será el congreso de los caballitos.
Y los empresarios ¡qué risa, los empresarios!
Que suban los empresarios con los asalariados,
mientras existan salarios.

¡Los salarios del miedo!
Y, venga: comités centrales,
mafias, sectas, castas, clanes, etnias:
¡a los caballitos!

Las Personas Curvas
A mí me gustan las personas curvas,
las ideas curvas,
los caminos curvos,
porque el mundo es curvo
y la tierra es curva
y el movimiento es curvo;
y me gustan las curvas
y los pechos curvos
y los culos curvos,
los sentimientos curvos;
la ebriedad: es curva;
las palabras curvas:
el amor es curvo;
¡el vientre es curvo!;
lo diverso es curvo.

No toda la poesía  de Lizano estaba llena de ironía o rebeldía, como me recordaba otro gran poeta Feliu Formosa refiriéndose a sus magníficos sonetos.  
Como persona era encantador, divertido y generoso. Guardo un grato recuerdo de las lecturas compartidas con él. Fiel a su rebeldía, te rompía todos los esquemas. Recuerdo una en concreto. Lo habíamos invitado a leer en un ciclo que citaba a un poeta reconocido junto a otro emergente. Esta vez la poeta joven era Jade Sal. Como era evidente, él tenía que cerrar el acto pero se negó. “No, yo leo primero y luego ella, tengo que llegar pronto a casa para ponerme la insulina”. Al final pude convencerlo de que ella abriera leyendo dos poemas. Cuando Jade terminó de leer, le hizo repetir uno. “¡Qué fuerza tiene esta chica! Me gusta, me gusta mucho, dijo.

Jesús Lizano y Jade Sal, dos poetas anarquistas
Un hombre que se alegraba al ver en el público a la vendedora del mercado donde iba a comprar, y se acercaba a darle un abrazo. Porque decía que las vendedoras lo querían mucho.

El hombre que cuando el periodista le preguntó si le asustaba la muerte, dijo: “En absoluto. Morir de viejo es natural. He llegado a viejo, he tenido muchas experiencias y lo comprendo mejor todo: está bien, no hay drama. He vivido”.
Se nos acaba de ir un personaje irrepetible del mundo de las letras.



Lizano, por si no te lo dije, a mí también me gustan Las Personas Curvas

Mientras me firmaba su libro

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