Hoy comparto unos fragmentos del maestro Osho, al que acudo con frecuencia para entender un poco este descolocado mundo.
Todo niño nace extático. El éxtasis es algo natural. Todo niño lo trae al mundo, pero después la sociedad se lanza sobre el niño, empieza a destruir la posibilidad del éxtasis, empieza a hacer que el niño se sienta desgraciado, a condicionarlo.
La sociedad está neurótica y no puede consentir que vivan en ella las personas extáticas. La ponen en peligro.
No se puede controlar a una persona extática [...] Solo se puede controlar a una persona desdichada. Una persona extática es necesariamente libre. El éxtasis es la libertad. Cuando eres extático no se te puede reducir a la esclavitud...
Con muchas personas extáticas, la sociedad tiene la sensación de venirse abajo, de que su estructura no puede mantenerse. Las personas extáticas serán rebeldes.
Ojo: no digo "revolucionaria", sino "rebelde".
El revolucionario es el que quiere cambiar esta sociedad, pero también sustituirla por otra.
El rebelde es quien desea vivir como individuo y querría que no hubiera estructuras sociales rígidas en el mundo.
El rebelde no quiere sustituir esta sociedad por otra, porque todas las sociedades han resultado iguales.
La capitalista, la comunista, la fascista y la socialista: son todas primas hermanas, sin grandes diferencias.
En cuanto una estructura se hace poderosa, no quiere que nadie sea extático, porque el éxtasis va en contra de la estructura.
El revolucionario quiere otra estructura. acorde a sus deseos, acorde a su propia utopía, pero una estructura al fin y al cabo. Quiere alcanzar el poder. Quiere ser el opresor y no el oprimido; quiere ser el explotador y no el explotado; quiere controlar y no ser controlado.
El rebelde es quien no quiere controlar ni ser controlado. El rebelde es quien no quiere que existan normas en el mundo. El rebelde es anárquico. El rebelde es quien cree en la naturaleza, no en las estructuras creadas por el hombre. Naturalmente, a un rebelde no le interesa lo más mínimo ejercer el poder sobre otras personas. Eso son signos de neurosis, cuando quieres ejercer el poder sobre otras personas.
Un universo tan inmenso funciona sin gobierno. Los animales, los árboles, todo funciona sin gobierno. ¿Por qué necesita un gobierno el ser humano? Algo tiene que haber salido mal. ¿Por qué es el hombre tan neurótico que no puede vivir sin gobernantes?
El ser humano puede vivir sin gobiernos, pero nunca se le ha presentado la oportunidad: los gobiernos no te darán esa oportunidad.
Cuando comprendes que puedes vivir sin dirigentes, ¿quién querría mantenerlos?
Al niño no se le permite probar la libertad. Siempre que el niño se siente feliz, haga lo que haga, siempre hay alguien que le dirá: "¡No hagas eso!" Cuando está jugando lo obligan a sentarse a la mesa para cenar. No tiene hambre. Cuando tiene hambre, la madre dice: "No son horas". Así destruimos toda posibilidad de ser extático, toda posibilidad de ser feliz, de alegría, de placer.
Una vez que el niño conoce el sabor de la libertad, jamás formará parte de ninguna sociedad, ninguna iglesia, ningún club, ningún partido político.
Alegría, La felicidad que surge del interior, Osho
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