Nietzsche
¡Permitidme contactar con las fuerzas del subconsciente!
Ser uno de los elegidos del oculto conocimiento.
Sentarme al lado del Loco del gusano invisible
y de la rosa enferma, para nunca olvidar
que las deidades residen en mi pecho.
Johnny Depp místico y profético
-bajo su sombrero negro-
grita paz y libertad a cualquier precio.
Quiero oír el grito de las cavernas del ser
compartir y glorificar el universo de los Castos:
Poe /Baudelaire / Van Gogh…
Intentar defenderlo del vampirismo maternal
tirar por el retrete sus golosinas envenenadas
y maldecir a la Parca que se lo llevó sin zapatos.
Necesito desmentirles a los normales
que todo sueño es un delirio
releyendo Hyperion junto a Diótima
amor inaccesible del clérigo insurrecto
el que creció en los brazos de los dioses.
Escuchando el monocorde concierto de Scardanelli.
Los pies musicales arrancan notas de espanto
en la torre. La bruja de Hamberg
observada por un Freud celoso, los besa.
Aletargado, el semi-dios de la Verdad y la Mentira
no ve con claridad diáfana
cuál de todos los amantes de la mujer de ojos azules
-la seductora de genios-
se mofa de su pasión enfermiza.
Déjame -voluble y cruel criatura-
arrodillarme ante tus serviles y amantes orates
y constatar que el alma alcanza a derrotar la mente.
Del libro inédito Granadas abiertas impúdicamente
No hay comentarios:
Publicar un comentario