domingo, 27 de mayo de 2018

Hasta luego maestro Màrius Sampere


Ayer nos dejó un referente de la poesía catalana, el poeta Màrius Sampere. Un hombre que apoyó mis incipientes poemas. Que me regaló un excelente prólogo para mi primer libro: Cuarteada de olvidos. Por eso ayer, en mi intervención en el Festival Oreig, mis primeras palabras fueron para ti Màrius. Y mi despedida, como no podía ser de otra forma entre poetas, fue leer el poema que te escribí hace tanto tiempo como 18 años.

Màrius publico casi treinta libros de poesía y recibió numerosos premios: el de Crítica, el Ciutat de Barcelona, el Nacional de Cultura y la Creu de Sant Jordi de la Generalitat.

Yo escribo para mí mismo. No me preocupa que no me entiendan, decía.

EL ÁNGEL QUE ATA DE PIES Y MANOS A LAS ESTRELLAS MALAS




Matar la muerte es la obsesión del hombre
para lograr el crimen perfecto.
                    Màrius Sampere


No sé si sigues hablando con los espíritus
si persigues los pasos menudos de las hadas
como cuando eras niño.
Pero aunque así fuera
tengo que decirte
pese a que te cause quebranto
que es imposible invertir el enigma
por culpa de esa sombra constante y enigmática
que invade y acampa por tus versos
impregnándolos de desasosiego.
               Me gustaría decirte que el dolor inútil
la muerte, el diablo y el dios
son sólo secuencias oníricas que pueblan tus noches
pero el ángel que ata de pies y manos
a las estrellas malas
me susurra sin descanso
que la fruta del tiempo de la muerte
cae como lluvia de cerezas amargas.
¡Qué hermosa metáfora!
Si tan sólo fuese eso. Pero tú y yo sabemos
que nada nos separará del
cordón umbilical de plata
que nos conecta con el tibio útero
de la Dama de la Noche.
Tú, mientras tanto
continua escribiendo versos
Continua escribiendo estrofas.
Continua. No pares, Màrius.



Poema leido a Màrius Sampere en el Ateneu Popular de Nou Barris, el día 24 de marzo de 2000

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