Sobreviven en inmensas jaulas invisibles. / Los
apolillados demonios resurgen sin convocarlos. / El tordo cambia –sin
extrañamiento- la rama del naranjo por la antena de televisión. / Acepta los
elementos nuevos en su entorno natural
sin interrumpir su cantinela. / En cambio, las margaritas lilas agradecen la
escasa agua de la tarde abriéndose a su belleza. / En este bucólico paisaje de
árboles frutales y más cantos de pájaros, / una palabra tiene el poder del
naufragio.
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