El día 15 de octubre tuvieron lugar los Premios Literarios de la Villa de Baños de la Encina.
Esta convocatoria fue especialmente emotiva para mí ya que el Certamen Nacional de Poesía Pepa Cantarero, cumple 20 años.
Que
veinte años no es nada dice la canción
Y no
es verdad, 20 años es una importante andadura y si no que le pregunten a
nuestra piel, a nuestras ilusiones, a nuestra alma o espíritu (que al parecer son
sinónimos), aunque algunos sostienen que no tienen nada que ver, puesto que:
En
el alma residen los elementos que nos hacen humanos como el intelecto, pensamiento, ideales, amor,
emoción, discernimiento, decisión…
En cuanto el espíritu, es toda comunicación de Dios con el hombre y sus funciones
primarias son: conciencia, intuición y comunión.
-El alma es
inmortal, pero el espíritu no.
-El alma tiene
que ver con el aspecto emocional y con la vida misma de las criaturas, mientras
que el espíritu es la fuerza que permite que el cuerpo funcione.
Y os
preguntaréis qué tiene esto que ver con lo que nos trae aquí ¿no? Pues eso digo
yo.
Ah, sí,
viene a colación porque hoy cumple dos décadas este certamen poético al que un
día decidieron ponerle mi nombre; y yo lo estoy celebrando con el alma y el
espíritu al mismo tanto por ciento.
Y para
salir de esta digresión y centrarme
en lo que quiero decir… es tan simple como GRACIAS.
Gracias a todas las personas que a lo largo de este recorrido han hecho posible
que este certamen goce cada vez de mejor salud y calidad. Esto último, mérito
exclusivo de los autores que nos regalan su buen hacer en este género.
Gracias
al ayuntamiento de Baños de la Encina y a las personas que siguen haciendo posible la permanencia del Premio
Nacional de Poesía Pepa Cantarero.
Premio
que durante años anduvo solo, y al que se han ido uniendo el del poeta y maestro
de ceremonias: Alfonso Monteagudo, Relatos y Cuentos, Microrrelatos… Y el que
estrenamos hoy: Primer Premio de Novela
corta Castillo de Baños de la Encina. Todo esto, promovido por un alcalde, Antonio
las Heras que apuesta en firme por la literatura.
Y terminaré igual que empecé con un concepto
abstracto: si yo creyera en la felicidad,
me atrevo a decir que, ahora, en este preciso momento, casi puedo
rozarla. Mi agradecimiento más sincero.
Pepa Cantarero
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